El escritor se prepara para su nuevo libro con un propósito claro: cuestionar la realidad desde su raíz política, partiendo de la premisa de que esta realidad forma parte de una verdad histórica que, por más que se intente, no podrá ser ocultada.
Desde 1959 hasta los últimos años de su vida, Fidel Castro intentó -al menos en el discurso-desarrollar la isla de Cuba. Sin embargo, lo hizo más en teoría que en la práctica. El autor realiza una autopsia de ese pasado imaginario, que arrastró a Cuba hacia la miseria.
Hoy, la historia parece repetirse: un nuevo presidente da continuidad a aquel "sueño del escarabajo" estancado, conduciendo a la ciudadanía hacia el abismo, mientras toda la masa social se congela en el bloque helado de una ideología: el comunismo.