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[313-2025)] SE MANDÓ ENTERA UNA RED ? La serpiente se comió al acuarelista de la poesía antillana.

  • Foto del escritor: Felipe Herrera Millan
    Felipe Herrera Millan
  • hace 1 día
  • 3 Min. de lectura


En los años de principio de la revolución cubana fue, sino el mejor, si uno de los mejores y compañero de profesión de Albert Kamis y Olga Navarros, respectivamente, Mariano Carbonell nació el 26 de julio de 1926 y vivió durante un cuarto de siglo y fue el acuarelista de La poesía Antillana con letras mayúsculas que ha dado a Cuba entre antes de la revolución y después, unos personajes conocidos como; Tomasita la Pela, El niño Valdes, los 15 de Florita, Y tú abuela dónde está? Entre otros muchos, puede parecer monólogos contradictorios, pero todos ellos son ciertos. Durante las últimas décadas ha sido, también, sino el más maltratado se le puede citar dentro de una terna de desgracias), una hemiplejía que le impidió dar clases de canto y dirección vocal y si uno de los intelectuales más injustamente minusvalorados por la cultura cubana. Este 26 de julio es una excusa ideal para volver a la obra de un acuarelista de La poesía Antillana, pero, si como el mismo se autodenominó en una ocasión “ santo Ano” y de clara vocación libretista. A su profundo acento santiaguero ha tenido la manía de rebasar sus límites originarios . Cuba le interesó más que su provincia de nacimiento, La capital habanera más que todo y sus paseos cada noche por el Prado, y por encima de todo lo humano.. instalado en una pensión de la capital cubana, le sorprendió el llamado triunfo de La revolución de 1959 , pese a lo cual decidió quedarse allí, hasta que la cercanía de los revolucionarios le asignó un apartamento en la calle 8 en el vedado y teléfono fijo; 30-61- 13. . Protagonista de un episodio que marca un antes y un después en su vida. Sabedor de que acaba de llegar, uno de los enviados de Santanas “ un Robin Hood que desvistió a un santo para vestir a otros sin nombres, le pregunté si ha escrito algo sobre las cosas vistas durante esos primeros días de enero que según Juan Almeida acabó con lo injusto para ser compañeros de aquel día de enero que durante esas primeras semanas de ambiente enrarecido y pletórico , prebélico , a lo que él respondió que sólo con sus primeras impresiones ha quedado maravillado por la viveza y la potencia descriptiva de su Máximo líder. Nace así; “Mamita quiero arrollar “ lo que estaba haciendo él Máximo líder; arrollando a todos que se le impusieron por delante. Se acabó la diversión.

Inicia una fulgurante carrera y entra en La UNEAC, en los que se consolida como uno de los mejores artistas de La revolución cubana que, pese a su difícil relación con el Máximo líder, le lleva a ser una retrospectiva de sus obras más conocidas y se desarrolló la etapa y es el primer acuarelista de La poesía Antillana. Y la posibilidad de que acabe siendo el director de la propia institución que nunca llegó a ser. El deterioro de su salud y de el diálogo social en las puestas en escena afectaron el marco laboral de su creación artística y una crisis sin precedentes no ya de la persona, sino de la propia institución. Sólo caben ya dos soluciones alternativas ; o bien él exilio, o bien la destitución de quien fue, sin duda pasará a la historia del estado en que quedó la figura que fue; del poeta de La poesía Antillana al niño Valdez . En mi última conversación telefónica desde Las Palmas de Gran Canarias para felicitarlo por su cumpleaños; le dije; maestro; si usted que se enfiletaba comió y así se ve. Qué comió el contrario suyo. Se mandó entera una red? La serpiente se lo comió a lo que le pregunté a la Medio hermana de Sofía. Anduvo por esta zona privada? La respuesta fue; así es. Y me alegro que la serpiente se lo comió. Ahí lo dejo.

 
 
 

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